El otoño ya está aquí y con él la bajada de las temperaturas y también las primeras lluvias, unas circunstancias climatológicas que también pueden afectar a nuestros hogares. Si no las prevenimos, las humedades pueden empezar a aflorar y perjudicar tanto a nuestra vivienda como a la salud de los que residen en ella. Te contamos más sobre ellas a continuación.
En la temporada otoñal suele volver la época de lluvias. La humedad constante causada por estas hace que empiecen a aparecer problemas relacionados con ella en algunas viviendas o agrava aquellos que ya habían empezado a manifestarse durante la primavera o el verano.
Filtraciones, humedad por capilaridad y humedad por condensación son los tipos de humedades más habituales. Los dos primeros requieren la actuación de un profesional especializado en el tema que ejecute una impermeabilización en la zona afectada, pero en el caso de condensaciones la solución suele estar en tener una buena ventilación y un excelente aislamiento térmico. En ese caso, puedes contar con Effihaus para ejecutar un aislamiento por insuflado de lana mineral, un procedimiento sencillo y rápido.
Si no se tratan correctamente, las humedades pueden acabar provocando consecuencias bastante importantes, como por ejemplo:
Destrucción de revestimientos y materiales de construcción. Las humedades perjudican seriamente a las zonas donde aparecen, destruyendo pintura, pudriendo muebles y disolviendo poco a poco los materiales de construcción a los que afecta. En casos muy graves puede llegar a afectar seriamente a la estructura pudiendo incluso provocar un colapso si el problema está muy avanzado.
Hongos y moho. Cuando la humedad se vuelve constante sobre una superficie se convierte en el caldo de cultivo perfecto para hongos y mohos, que perjudican la calidad del aire y pueden acabar provocando problemas respiratorios, además de emitir un olor desagradable muy difícil de eliminar o enmascarar.
Despilfarro de recursos energéticos. Si se tienen humedades es habitual que experimentemos una sensación de frío mayor. Para evitarla es habitual recurrir a aumentar la potencia de la calefacción, sin que esto sea realmente una solución efectiva. Además, también es probable que utilicemos más aparatos como deshumificadores para mitigar los efectos negativos, obteniendo el mismo resultado de baja eficiencia energética que en el caso anterior sin que logremos solucionar el problema.
Calidad del aire y problemas respiratorios. La presencia de humedad disminuye notablemente la calidad del aire que respiramos. Si estamos permanentemente en contacto con ese ambiente, es posible que desarrollemos problemas respiratorios como asma, sinusitis o alergias, además de otras enfermedades como reuma o cefaleas. Esto puede llegar a ser especialmente grave en casos de personas mayores o niños, las más vulnerables.
Si este otoño observas la aparición de humedades por condensación en tu casa, o simplemente te interesa prevenir su aparición y evitar sus perjudiciales efectos, no dudes en contactar con Effihaus.