Las personas pasamos una gran cantidad de nuestro tiempo en ambientes cerrados, como oficinas, comercios, edificios públicos… y sobre todo en nuestra vivienda. Esto significa que estamos muy en contacto con ese “aire interior”, por eso es fundamental que este cumpla una serie de requisitos básicos de calidad del aire para poder respirarlo con seguridad y que no suframos las consecuencias negativas de una mala calidad ambiental. ¿Quieres saber qué aspectos influyen en la calidad de aire del interior de tu hogar? Te lo contamos a continuación.
Aunque no lo parezca, la existencia o carencia de aislamiento térmico influye de forma definitiva en la calidad del aire intramuros. Su efecto más evidente es su acción sobre la temperatura ambiental, que es un punto básico relacionado con la calidad del aire. Conseguir un aire interior a temperatura óptima durante todo el año aumenta la sensación de confort en cualquier residencia, y además hace que reduzcamos el consumo de recursos como gas o electricidad, lo que supone a su vez que nuestra casa emita menos CO2.
El aislamiento también ejerce como barrera ante posibles filtraciones y corrientes provenientes del exterior, que pueden afectar a la calidad del ambiente de nuestra casa, sobre todo si no vivimos en una zona con el aire especialmente limpio. Además, el aislante es un excelente aliado contra humedades, condensaciones o mohos, que atacan directamente a la calidad del aire interior y que, de no resolverse, pueden acabar ocasionándonos problemas respiratorios y de salud. De hecho, existen ciertos aislantes, como el insuflado de lana mineral de Effihaus, que incluso cuentan con certificados de biosolubilidad y calidad de aire interior, garantizando su inocuidad en ese aspecto.
Una vivienda totalmente estanca no es lo mejor en cuanto a calidad de aire se refiere. A lo largo del día se pueden ir acumulando agentes nocivos en el ambiente, por eso es imprescindible renovar el aire de forma periódica. Ventilar ayuda a regular los niveles de humedad del hogar, a evacuar humo u otros gases y permite la entrada de oxígeno, mejorando el aire interior y, por tanto, la habitabilidad. Unos pocos minutos bastan para conseguir la renovación completa de nuestro aire, así que que no te de miedo abrir las ventanas.
La ventilación natural es el método más tradicional para renovar el aire de nuestra casa, pero en la actualidad también contamos con sistemas que nos ayudan a purificar el aire interior. Los sistemas de renovación de aire, por ejemplo, permiten un flujo constante y saludable de aire gracias a sus filtros que atrapan los agentes perjudiciales provenientes del exterior. También existen humificadores y deshumificadores que nos ayudan a mantener un nivel óptimo de humedad ambiental, lo que implica un aumento de la calidad del aire interior de nuestra vivienda.
La calidad del aire es uno de los aspectos que más afectan a nuestra percepción sobre la confortabilidad de una vivienda, y el aislamiento es una de las variables que influyen sobre él. Recuerda que en Effihaus realizamos instalaciones de aislamiento térmico insuflado, un sistema fácil, rápido y con todas las garantías de salubridad. Si tu aire interior es de baja calidad, esta podría ser tu solución. ¡Pregúntanos y te asesoraremos!